El divorcio representa un importante momento de cambio en el proyecto de vida de ambos cónyuges. Esta fase necesita una reorganización en su existencia y cotidianidad: aspectos económicos, hogar, red relacional e imagen social.
La seis dimensiones del divorcio que ha identificado Bohaman:
–Divorcio Emocional: representa la ruptura del proyecto de vida común
–Divorcio Legal: disolución legal del vinculo
–Divorcio Económico: cambio de estatus que puede crear una condición de malestar económico para uno o ambos cónyuges
–Divorcio Comunitario: abandono del hogar o el alejamiento de amigos en común y en general de la red social construida juntos
–Divorcio Parental: cuando la elevada conflictualidad no permite mantener un acuerdo educativo hacia los hijos
–Divorcio Psicológico: aprender a vivir la propia vida sin el otro
La separación de la pareja llega positivamente cuando ambos han aceptado el fin de la relación y han comprendido las causas y las dinámicas implícitas.
Pero cuando el matrimonio termina, contra la voluntad de uno de los cónyuges, lo que lo sufre vive una condición emocional parecido al duelo, palabra que indica “Todos aquellos procesos psicológicos, que se sufren de la perdida de una persona amada” (Bowlby, 1983); es una perdida que provoca profundo dolor.
En el 2005 David Sbarra y Robert Emery, dos psicólogos americanos, han teorizado el “modelo cíclico de luto”. Este modelo prevé 3 emociones:
–Amor: implica nostalgia para la perdida y la secreta esperanza que todo pueda volver como antes, si nos quedamos fijados en esta posición se determina la negación psíquica de la separación en la esperanza que pueda haber una reconciliación
–Rabia: a causa de la frustración subida, de la sensación de ser engañado y del dolor percibido, esta emoción si no es elaborada puede llegar a atribuir a el otro todas las responsabilidades de la separación, la ex pareja se vuelve la causa de la ruina de su propia vida
–Tristeza: está relacionado al sentimiento de soledad, una fijación en esta emoción puede provocar estados depresivos en las cual la responsabilidad de la separación se atribuye a si mismo
Normalmente al termine de la relación estas emociones aparecen una a la vez con fuerte intensidad, con el tiempo los mismos empiezan a disminuir de profundidad tendiendo siempre más a manifestarse ocasionalmente.
Gestionados, reconocidos y elaborados correctamente estos contenidos psíquicos pueden llevar a una nueva etapa y a la aceptación de la separación y del divorcio para un nuevo proyecto personal de vida para llegar al divorcio psicológico.
Annalaura Cardella
Psicòloga d’adults
nº col.legiada: 20018
Deixa una resposta